Tiempo de recolectar almendras

Aunque el origen de los almendros proviene de Asia Central, en España ya lleva cultivándose desde hace más de 2.000 años. En Asia las poblaciones silvestres naturales con centros de civilización en la montaña hicieron que se pudiera cultivar la almendra y, además, se comenzó a difundir, ya que la semilla servía para propagar el fruto y al mismo tiempo para comerlas.

Los comienzos del cultivo del almendro en España fueron en las zonas costeras, con el tiempo se fue expandiendo, hasta llegar a ser una parte muy importante de la economía de la España central, principalmente, para Castilla- La Mancha.

¿Cuál es el clima más recomendado para el cultivo de la almendra? 

El clima que da mejores resultados en el fruto es el mediterráneo, ya que no se producen fuertes y constantes heladas durante la floración (que suelen ser en los meses de febrero – marzo), y además, el calor excesivo tampoco daña el árbol. Lo que más puede afectar en el proceso de cultivo de la almendra son las nieblas y lluvias, por ello se recomienda el clima mediterráneo.

¿Cuándo se recoge la almendra?

Como cada fruto, tiene su época de recolección, ese momento en el que se encuentra en su estado perfecto, lista para recolectar, y este suele ser en la segunda semana de septiembre, aunque puede variar en función de las condiciones climatológicas que hayan sucedido.

¿Cómo se recolecta la almendra?

La forma más común de realizar la recolección de la almendra es a través del “vareo”, que consiste en utilizar vibradores que hacen que el fruto se caiga al suelo, se juntan todos en el centro de la calle, y posteriormente, son recogidas con una recolectadora.

No obstante, se ha extendido el uso de métodos alternativos de cosechadora que se adaptan a las nuevas tipologías de cultivo: cosechadoras, cabalgantes, buggies con fardos, etc.

La almendra es uno de los frutos secos que más propiedades beneficiosas tiene para nuestro organismo. Aportan una gran cantidad de proteínas, llegando a contener, incluso más que la carne, si habláramos de las mismas proporciones.